No sé si sabes que los adverbios terminados en -mente son primos del gerundio, nacidos del mismo mal. Su objetivo principal es hacer que el lector viva una experiencia pesada y cargante mientras ellos danzan alrededor del fuego.
No importa si te has convencido de que no los usarás. Los adverbios son poderosos y se pondrán a susurrarte al oído para tentarte… Si revisas tu documento, seguro que has caído más de una vez en sus redes y no te has dado cuenta.
Utilizar adverbios terminados en -mente es uno de los recursos más comunes de muchos escritores. Son fáciles de usar. En ocasiones, parece que la misma oración lo pide, tanto en el diálogo como en la narración.
Por eso, voy a explicarte las alternativas que tienes para ganarle la batalla a estos adverbios y no morir en el intento.
ANTES DE NADA: NO TE AGOBIES
Después de lo que te he dicho, seguro que estás deseando ir a tu texto para revisarlo con lupa y ver si alguno se ha colado; también te has propuesto firmemente (o con firmeza, como prefieras) que a partir de ahora cada vez que te den ganas de usarlo no vas a caer en la tentación. No te preocupes. Puedes pecar de vez en cuando. No te van a quemar en la hoguera. Lo mejor es el término medio: utilizarlo con moderación y solo cuando el texto lo pida sí o sí.
Además, este uso no es incorrecto. Utilizarlo o no tiene que ver más con cuestiones estilísticas, para que el texto «quede más bonito». Es más, en ocasiones este adverbio expresa cambios importantes en la acción y aportaría información diferente si se elimina.
Solemos verlos sobre todo en libros de no ficción. También en textos periodísticos o en artículos como este que estoy escribiendo. Por eso a veces leemos expresiones como: probablemente, precisamente, económicamente, moralmente, aproximadamente, seguidamente, etc. Es complicado cambiarlas por otras, ¿verdad?
En las novelas, que es lo que aquí nos interesa, es otro cantar: si cada página tiene más de un adverbio terminado en -mente, deberías buscar una alternativa.
ALTERNATIVAS A LOS ADVERBIOS
1. SI PUEDES EVITARLOS, MEJOR
Cuando estés escribiendo y tengas la tentación de utilizarlos, no lo hagas. Seguro que encuentras una palabra o una expresión mejor para escribir en su lugar. Al principio puede que te cueste, pero con el tiempo te acostumbrarás. Es igual que lo que haces con las coletillas o los gerundios (sí, son muchas cosas a tener en cuenta, qué se le va a hacer). Mientras más escribas, más fácil te resultará evitarlos.
Con todo, si alguno se cuela mientras estés en proceso creativo, no te preocupes. Ve a su caza y captura después, en la fase de revisión. No vaya a ser que pierdas la inspiración por estar pendiente de qué palabras usar y cuáles no.
2. ELIMÍNALO Y A VER QUÉ PASA
Si has revisado tu texto y hay varios adverbios en -mente seguidos, tal vez deberías plantearte eliminar alguno. Hazlo y prueba a ver qué pasa. Lo más seguro es que la historia siga su curso.
Pero, ojo, ten cuidado. Si lo has borrado y crees que has quitado algo importante, tal vez deberías probar las otras opciones.
Mira este ejemplo:
Lo hirieron mortalmente
Si quitas el adverbio, solo explicas que alguien está herido, pero «mortalmente» añade un dato más que es importante.
En cambio, mira este otro:
Corrió rápidamente para que no lo atraparan
Según tengo entendido cuando alguien corre, lo hace con rapidez, a no ser que quiera ir lento a cosa hecha o como ocurre cuando tienes uno de esos sueños en que corres muy despacio. Entonces, tendrías que especificar ese detalle en concreto. Si «correr» va a tener su significado habitual, el adverbio es prescindible.
3. JUEGA CON LA NARRACIÓN
El adverbio en -mente tiene varios objetivos: explicar el modo en que se realiza una acción, el punto de vista, expresar un tiempo determinado o el orden de las cosas.
Debes tener muy claro si al eliminarlo vas a perder o no un dato importante para tu argumento. No te interesa que el lector pierda información en según qué momentos solo porque nos hemos obsesionado con quitar esos adverbios.
Una buena opción sería detallar la narración: tal vez con un verbo más preciso, donde la acción sea más específica; con una descripción clara donde expliques la acción o narres lo que le va ocurriendo a tu personaje, etc. Hay muchas posibilidades. Solo depende de tu habilidad para escribir. A fin de cuentas, no debe suponerte muchos problemas, ya que es lo que te gusta hacer.
Aquí te dejo un ejemplo exagerado:
Juan trepó por la pared ágilmente y alcanzó la salida fácilmente. Cuando consiguió escapar de la prisión, corrió rápidamente para que los guardias no lo atraparan. No iba a volver a ese sitio de mala muerte.
Y su variante:
Juan siempre había sido ágil. Trepó por la pared con facilidad hasta alcanzar la salida. Cuando consiguió escapar de la prisión, corrió con todas sus fuerzas para que los guardias no lo atraparan. No iba a volver a ese sitio de mala muerte.
El texto de la huida de Juan no contiene una gran narración, pero es suficiente para ver la diferencia que hay con o sin uso de los adverbios. Creo que es evidente, ¿verdad?
Jugar con la narración y la forma de explicar lo que sucede es una de las mejores alternativas. Estoy segura de que encontrarás la manera que mejor se adapte a tu texto y a tu estilo.
4. SUSTITUYE POR UNA PREPOSICIÓN
Un truco que puede darte un apaño es cambiar el adverbio en -mente por una preposición + el sustantivo.
Aquí te dejo algunas opciones:
Ágilmente = con agilidad
Enérgicamente = con energía
Fácilmente = con facilidad
Rápidamente = con rapidez
Firmemente = con firmeza
Actualmente = en la actualidad
Desgraciadamente = por desgracia
Indudablemente = sin duda
Este tipo de construcción es fácil de emplear, sobre todo en las expresiones en que se explica el modo en que se realiza una acción:
Se subió al árbol con facilidad / Se subió al árbol fácilmente
Le habló con energía / Le habló enérgicamente
Por desgracia, ya no es lo que era / Desgraciadamente, ya no es lo que era
5. CÁMBIALO POR EL ADJETIVO
Estos adverbios se forman a partir de adjetivos, así que es más fácil utilizar un adjetivo que la versión más larga. Busca cómo sustituirlo y seguro que das con esa palabra adecuada que no estropee tu texto:
Corrió ágil como un niño
6. SUSTITUYE POR OTRA EXPRESIÓN
Hay otras expresiones que pueden ayudarte, como por ejemplo:
- De modo o de manera:
Habló pausadamente = habló de manera pausada
- Desde el punto de vista:
Lo que ha explicado es técnicamente falso = lo que ha explicado es falso desde el punto de vista técnico.
- Otras expresiones:
Igualmente = asimismo, también, del mismo modo
Recientemente = hace poco
Probablemente = es probable que…
Vale, puede que algunas de estas expresiones no te convenzan del todo o sean rebuscadas para un texto de ficción.
A lo mejor pueden servirte para diferenciar a unos personajes de otros según su forma de expresarse. No creo que alguien vulgar hable diciendo «desde el punto de vista científico…», pero si es un experto en el tema ya es otro cantar.
SI VAS A USARLOS, HAZLO BIEN
Si con todo lo que he explicado sigues pensando que te gustan los adverbios en -mente y quieres ponerlos en tu novela, es importante que aprendas a utilizarlos bien.
- Proceden de la formación adjetivo + mente. Así pues, si el adjetivo tiene tilde, el adverbio también. Si no lo lleva, el adverbio tampoco.
Ágil = ágilmente
Fácil = fácilmente
Normal = normalmente
- Si vas a usar un doble adverbio, la terminación -mente solo la lleva el segundo:
Subió al árbol ágil y rápidamente
Habló pausada y correctamente
Espero que ahora te haya quedado un poco más claro el uso de estos adverbios y que las alternativas te ayuden a mejorar la calidad de tu novela. Al principio puede que te cueste, pero luego será pan comido. Te lo digo por experiencia… Si hago un cálculo de los adverbios que acabo de usar para este artículo, sin contar con los ejemplos, hay uno o dos aproximadamente (¡ups!).
¿Sueles usar los adverbios en -mente? ¿Te los has encontrado en muchas novelas? Cuéntamelo en los comentarios.
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Hace unos días que naufrago por estos mares de os blogs que la han emprendido con los adverbios terminados en -mente, todo por un comentario que un afamado escritor hizo en cierta ocasión y que no es ora cosa que una descripción de su batalla interna con sus hábitos y latiguillos. En vez de extenderme como he hecho en otros blogs citaré a ese ‘aficionadillo y perezoso’ escritor que escribió esa ‘horrenda’ obra llamada “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” que está plagada de ‘horribles adverbios terminados en mente” (las mayúsculas son mías):
(CAPITULO IX)
Acabado el servicio de carne, tendieron sobre las zaleas gran cantidad de bellotas avellanadas, y JUNTAMENTE pusieron un medio queso, más duro que si fuera hecho de argamasa. No estaba, en esto, ocioso el cuerno, porque andaba a la redonda tan a menudo (ya lleno, ya vacío, como arcaduz de noria), que con facilidad vació un zaque de dos que estaban de manifiesto. Después que don Quijote hubo bien satisfecho su estómago, tomó un puño de bellotas en la mano y, mirándolas ATENTAMENTE, soltó la voz a semejantes razones:
-Dichosa edad y siglos dichosos aquéllos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío. Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes; a nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano y alcanzarle de las robustas encinas, que LIBERALMENTE les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían. En las quiebras de las peñas y en lo hueco de los árboles formaban su república las solícitas y discretas abejas, ofreciendo a cualquiera mano, sin interés alguno, la fértil cosecha de su dulcísimo trabajo. Los valientes alcornoques despedían de sí, sin otro artificio que el de su cortesía, sus anchas y livianas cortezas, con que se comenzaron a cubrir las casas, sobre rústicas estacas sustentadas, no más que para la defensa de las inclemencias del cielo. Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia: aún no se había atrevido la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre; que ella, sin ser forzada, ofrecía, por todas las partes de su fértil y espacioso seno, lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la poseían. Entonces sí que andaban las simples y hermosas zagalejas de valle en valle y de otero en otero, en trenza y en cabello, sin más vestidos de aquéllos que eran menester para cubrir HONESTAMENTE lo que la honestidad quiere y ha querido siempre que se cubra, y no eran sus adornos de los que ahora se usan, a quien la púrpura de Tiro y la por tantos modos martirizada seda encarecen, sino de algunas hojas verdes de lampazos y yedra, entretejidas, con lo que quizá iban tan pomposas y compuestas como van agora nuestras cortesanas con las raras y peregrinas invenciones que la curiosidad ociosa les ha mostrado. Entonces se decoraban los concetos amorosos del alma simple y SENCILLAMENTE, del mesmo modo y manera que ella los concebía, sin buscar artificioso rodeo de palabras para encarecerlos.”
Y así podríamos continuar con una procesión de adverbios terminados en -mente, los cuales se pueden escribir o no adecuadamente, pero nunca demasiadamente.
Más literatura y menos consejos absurdos, por favor.
Me ha gustado mucho el artículo, de los más completos que he visto. Los ejemplos ayudan mucho. Gracias y un saludo!
Amé este artículo! Fuerte!
Hola, Yan
Me alegra que te guste. Gracias por comentar
Cómo ves el empezar frases con uno de esos adverbios acabados en -mente? Algo tipo «Consecuentemente», «Adicionalmente»… Aunque aquí hablo más de textos científicos que narrativos. Gracias!
Hola, Paco
en textos de no ficción no es lo mismo que en narrativa, ya que a veces se necesitan los conectores para enlazar ideas o conectar con el lector. De todos modos, hay muchas otras expresiones. Tal vez en vez de «consecuentemente» puedes usar «en consecuencia».
Espero haberte ayudado.
Saludos
Hola. Ayer estuve leyendo tu artículo y me decidí a suprimir los adverbios terminados en mente de mi primera novela (en las otras creo que no lo he usado tan frecuentemente ¡ay, no! Quiero decir, con tanta frecuencia). Además, me he suscrito al curso gratuito de corrección que ofreces, ayer ya recibí la primera lección y me está resultando interesante. Hasta tengo la sensación de que mi historia y mis personajes van cobrando más vida a medida que voy corrigiendo.
Hola, Kiriel
me alegra mucho leer tus palabras. Te agradezco el comentario. Es estupendo que los artículos y el curso te estén ayudando tanto. La verdad es que cuando aprendemos sobre escritura, redacción y estilo todo parece que encaja mucho mejor, ¿verdad?
No pierdas las ganas de aprender ni de escribir.
Saludos
Celia Preciosa: Gracias, gracias, gracias. Chequeé mi cuento de 111 páginas y tiene como 95 «mente».
Ya lo estoy corrigiendo, eres un encanto…
Besitos de Luz…
Hola, Cindy
gracias a ti por comentar. Me hace muy feliz poder ayudarte.
Un abrazo
¡Muy bueno, Celia!
Una idea más que apunto: ese «lo hirieron mortalmente» podría cambiarse por «lo hirieron de muerte». Con esto vengo a decir que los cambios no tienen que ser solo los de siempre (cambiar «lentamente» por «de manera lenta», etc.), sino que podemos buscar expresiones, adjetivos o incluso otros sustantivos y esto nos ayudará además a enriquecer nuestro estilo con nuevos descubrimientos. En cierto modo, los adverbios en -mente son un modo de desarrollar nuestra pericia escritora ;)
Hola, Gabriella
sí, es verdad. Tienes toda la razón. Mira que no se oye mucho ese «de muerte» y no queda mal, ¿eh? A veces es difícil encontrar la palabra adecuada. Por eso será que dicen que los escritores que usan estos adverbios son muy flojos y no quieren esforzarse. A saber… Y es verdad, puede ser un buen ejercicio intentar sustituir estos adverbios por otras palabras para mejorar en nuestra escritura.
Gracias por pasarte y por comentar :)
¡Hola Celia!
Como siempre, un artículo detallado que aporta buenas y variadas soluciones a los problemas más comunes. No sólo hay que señalar los fallos que comete la gente, sino, en la medida de lo posible, ayudar a arreglarlos, y tú eres de esas personas qeu se esfuerzan por los demás. Me quito el sombrero, menudo currazo. Estoy de acuerdo con Rafael en que algún dia podrás publicar un libro con todos estos consejos y será una herramienta muy útil para todos los escritores.
¡Un abrazo!
Hola, Anael
ay, que me pongo colorá, no me digas esas cosas :P Pues mira, todo se andará. No te digo que no, que lo estoy pensando. Al final lo mismo lo recopilo todo. ¡Gracias por tu apoyo! Besotes
Celia, «realmente» muy acertado tu comentario de este lunes sobre los adverbios. «Indudablemente», creo que con tus consejos de los lunes podrías hacer un libro, que sería bien acogido. «Ciertamente», espero que sigas con ese trabajo tan interesante, aunque «seguramente» se lleve mucho de tu tiempo. .. En fin, si quitamos las palabras entre comillas las oraciones suenan mejor, pues la terminación «mente,» a veces, para mí, es como un acorde disonante en una melodía. Muchas gracias.
Hola, Rafael
siempre se escapan, porque hay frases que suenan mejor con ellos, como más completas. Ojo, que yo también los he usado y los uso, ¿eh? No soy de las que piensan que hay que hacerle la cruz a los adverbios. La cosa está en no abusar, claro.