Recuerdo que el único S. Valentín que pasé con verdadero entusiasmo, ya que nunca me ha llamado mucho la atención, fue cuando me regalaron un Kindle. Me puse a echarle fotos y a colgarlas en Facebook como esa gente que está todo el tiempo haciendo reportajes de su perro o su gato y de sus hijos. Siempre me ha gustado mucho leer y a veces he llevado varios libros a la vez, según lo que me apetecía en ese momento. Creo que la lectura es como la música, unas veces tienes ganas de bailar y otras de estar tranquila, las cosas son como son. Igual sucede con los libros, al menos a mí me pasa, no sé si es tu caso también. Por eso, el ebook era el regalo perfecto para ese asunto en concreto y yo, ilusa de mí, pensé que ya no querría ver un libro físico ni en pintura. Incluso tuve la desfachatez de decirle a mi bibliotecaria que ya no me iba a ver mucho el pelo. Por supuesto, me equivoqué y seguí yendo a la biblioteca. Tras esas experiencias, he pensado analizar los puntos fuertes y débiles de cada uno.

LO LLEVO CONMIGO

A quién no le ha pasado que se aburre en esos ratos muertos esperando algún transporte público que no llega, en un viaje largo o en la sala de espera del médico, que te dan una hora y entras más de media después. En estos casos, tener como aliado tu libro electrónico no es mala idea. Lo metes en la mochila o bolso e, igual que haces con tu móvil, lo sacas para leer, que es mucho más productivo y no daña la vista. Además, no pesa nada para poder cargarlo. Llevarte un libro impreso, sobre todo si tiene gran cantidad de páginas, es más engorroso (y menos recomendado para la espalda).

Sin embargo, no te voy a negar que, si lo que haces es tumbarte a la bartola en una playa o piscina, o tal vez irte a un parque con la idea de leer, casi que apetece llevarse un libro, porque lo has organizado con anterioridad. Además, el agua podría hacer grandes destrozos en tu ebook.

VEO LO QUE LEES

Hay mucha gente a la que no le gusta que otros sepan qué libro está leyendo, sobre todo si son esos románticos donde aparecen tíos cachas medio desnudos. Incluso los hay que se compran o hacen una funda de tela para, supuestamente, que no se estropee con el viento de levante (cof cof cof). No les culpo, porque hay cada portada… Aglunas dañan la sensibilidad. En ese aspecto, un ebook tiene poco que esconder, así que, a no ser que te pregunten, nadie sabrá qué estás leyendo y puedes seguir con lo tuyo tranquilamente.

ANDO JUSTA DE PASTA

No todos los libros están en formato electrónico, ya que algunas editoriales no quieren esa opción, tal vez para evitar el pirateo, qué sé yo, aunque son cada vez más y bajan su precio considerablemente. Si eres de los míos y no te crece el dinero en los árboles y tienes que trabajar duro para conseguir un euro, te lo piensas antes de gastarlo. Por eso, a veces es más sencillo comprar un ebook. Te puede costar menos de la mitad y asumes mejor el riesgo que supone siempre un libro nuevo de que no pueda llegar a gustarte. La pérdida no es tanta, al menos no en cuanto a dinero. Ya sé que estarás pensando que el ebook hay que cargarlo y gasta electricidad, pero vamos, que no es excusa, ya que el gasto es mínimo e incluso puedes engancharlo en el usb de tu tele cuando estés viéndola o en tu pc, y cargarlo sin esfuerzo. Además,  la batería suele durar bastante.

LECTURA FLUIDA

Muchas veces los libros, sobre todo los de fantasía, vienen con mapas o con información sobre razas, términos, un bestiario, etc. que se utilizan a menudo y se recogen en un glosario bien desarrollado al principio o al final del libro. En este sentido, el ebook dificulta mucho la consulta, no solo porque la mayoría de las veces necesitas una lupa para ver los nombres en los mapas, sino por lo engorroso de tener que volver y luego de nuevo a la página desde el menú. Así pues, para esos aspectos, es mucho mejor un libro impreso, a no ser que te imprimas en un papel los mapas y los consultes cuando te apetezca.

En este caso, también hay que tener en cuenta que esas preguntas que nos hacemos los lectores de ¿cuánto llevo? o ¿cuánto me queda?, no es igual en ambos casos. Los tantos por cierto o número de páginas de un ebook no pueden compararse a medir a ojo tu libro o echar un cálculo de las páginas. El sentimiento de progreso es muy diferente.

MI ADORADO LIBRO NUEVO

No sé si te pasa como a mí, que cuando tienes en tus manos un libro nuevo, lo hueles, ya que ese olor es inconfundible y lo aprovechas porque sabes que, con el paso de los días y el polvo de la estantería, se pierde. Incluso he llegado a ver que venden ambientadores o velas con olor a libro nuevo. Sin comentarios… En ese sentido, el frío y fino ebook no te aporta nada, a no ser que le hayas puesto una funda de cuero y echado el ambientador con olor a libro nuevo. Seguro que hay quien lo hace. Yo no, desde luego.

En fin, podría mencionar muchas más diferencias, como la facilidad de intercambiar libros físicos o prestárselos a tus amigos o familiares a los que no les va la tecnología de una manera mucho más cómoda que con el ebook. Además, en el físico, puedes ponerle tu sello EX LIBRIS para asignarle una propiedad, que queda original. También, las fotos que compartes en plan «tengo un libro nuevo» o «esta es mi próxima lectura», quedan mucho más chulas con un libro impreso, no lo voy a negar. Sin embargo, el ebook es muy cómodo y prácticamente, siempre que sea de tinta, es como si estuvieras leyendo un libro de papel. No daña la vista más que leer otras cosas. Tampoco ocupa espacio y, no vas a necesitar muchas estanterías y echar a la gente de casa para dejarle hueco a tu colección cada vez más grande. Así pues, es difícil decir cuál es mejor.

Ahora todo depende de tus preferencias, de si decantarte por uno solo de ellos o, como hago yo, decidir cuáles libros comprar en ebook y cuales impresos. ¿Por qué elegir cuando puedes tener ambos?

¿Y qué piensas sobre este asunto? ¿Prefieres el ebook o el libro impreso? No te olvides de dejarme tu opinión en los comentarios.

 

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Correctora, maquetadora, mentora y formadora de escritores. Autora de manuales de escritura y novela juvenil. Ayudo a escritores a mejorar y pulir sus textos, y a dejarlos listos para publicar. Les enseño cómo revisar sus libros y todos los secretos de la autopublicación.
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