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Empezar a escribir puede convertirse en un reto para quien quiere plasmar en el papel las historias que le rondan por la mente. A algunos les sale de manera natural, pero otros necesitan una guía. En esta serie de artículos, irás aprendiendo, de la mano de varios escritores, cómo adentrarte en cada género narrativo para empezar a crear esa historia que siempre soñaste escribir.

El artículo de hoy se centra en la ciencia-ficción. Jaime Blanch Queral es escritor del género, con Entre la neblina del tiempo o la saga del Universo Luminion, entre otros. Y de literatura infantil, con la colección ¿Jugamos a una aventura? Puedes seguirle la pista a su trabajo o leer reseñas en sus webs Universo Luminion y ¿Jugamos a una aventura? ¿Quieres descubrir todo lo que está dispuesto a enseñarte?


¿Quieres escribir una novela de ciencia-ficción o estás en ello? ¡Enhorabuena! Porque se trata de un género maravilloso, aunque complicado y, en muchos casos, denostado, por desgracia. De hecho, si dices que escribes ciencia-ficción, mucha gente te mira raro y casi puedes leer en su frente la palabra «friky», algo que no pasa si dices que escribes novela histórica o policíaca.

Una vez, un amigo escritor de ciencia-ficción me dijo que cuando le miraban raro contestaba que sus novelas eran de aventuras, igual que cualquier otra, solo que la ambientación es diferente. Y es cierto, porque se puede crear una novela de ciencia-ficción partiendo de casi cualquier cosa.

Por ejemplo: coges la historia de Cincuenta sombras de Grey y la ambientas en un crucero espacial, y ya tienes una novela de ciencia-ficción. O eliges La Princesa Prometida, cambias los caballos por motos flotantes, las espadas y arcos por fusiles de plasma y, con la misma historia, ya tienes otra novela de ciencia-ficción. O como último ejemplo, la película Avatar, que no deja de ser una especie de Pocahontas en otro planeta.

Sin embargo, como comentaba al principio, es un género complicado de escribir, sobre todo si quieres hacerlo bien, por lo que tendrás que evitar cometer ciertos errores típicos de este género.

ERROR 1. INTRODUCCIÓN SOPORÍFERA CARGADA DE DATOS

Para escribir una novela de este tipo has tenido que inventarte una historia anterior a «tu historia» para que la ponga en contexto y le dé sentido. Por ejemplo, si en tu novela se puede viajar más rápido que la velocidad de la luz significa que alguien, años antes, inventó dicha máquina. Si, además, la historia se narra muy en el futuro, la civilización habrá cambiado mucho y quizá se haya establecido un gobierno galáctico formado por cinco representantes de cada sistema solar. Te ha costado crear ese contexto y sientes tanto orgullo por el trabajo realizado que lo primero que piensas es en querer  compartirlo con tus lectores, y decides ponerlo al principio de la novela.

Pues no. El lector no necesita saber toda esa información, que poco va a afectar a la trama, y menos aún en las primeras páginas de la historia. Si lo haces, tu lector habrá leído cinco o seis páginas de «pre-historia» y todavía no tendrá ni idea de qué va tu novela. además de que le habrás atosigado con tantos datos, nuevos para él, que será incapaz de asimilarlos.

Te aconsejo que la historia comience como cualquier otra, con el protagonista o un momento clave de la trama. A lo largo de la novela podrás ir metiéndole datos sobre ese contexto histórico, pero a cuentagotas, y no darás toda la información que tú has inventado y has utilizado para construir ese mundo. Esa «pre-historia» y ese contexto tecnológico creados debe ayudarte a ti para dar coherencia a la historia, pero el lector no tiene por qué conocerlos en su totalidad, básicamente porque no lo necesita.

Ejemplos sobre esto hay miles, solo con leer cualquier novela de ciencia-ficción como: El Juego de Ender, Hiperion, Ilion, o Los Propios Dioses, verás que no empiezan con una introducción cargada de datos, sino con un diálogo entre personajes, o un viaje, o en plena acción.

ERROR 2. DESCRIPCIONES QUE DESTROZAN EL RITMO DE LA NOVELA

Esta es otra de las pegas importantes que complican escribir una novela de ciencia-ficción.

En una novela romántica, por ejemplo, dices que «Fulatino subió a un coche rojo» y no hace falta más, todo el mundo sabe lo que es un coche. En novelas de fantasía se complica algo más, aunque si dices que «Pepita se subió a un dragón», todos los lectores saben qué es un dragón. Sin embargo, si en ciencia-ficción dices que «Sotanito montó en una hiper-burbuja cuántica», tendrás que explicar qué es una hiper-burbuja cuántica.

El problema es que si la descripción es demasiado detallada porque de nuevo quieres hacer alarde de imaginación, te cargarás el ritmo de la novela. Los artefactos o vehículos se pueden describir de forma escueta o simplemente diciendo qué hacen («la hiper-burbuja comenzó a flotar hasta salir de la atmósfera»).

En ocasiones, los buenos autores no solo hacen breves descripciones, sino que directamente ni describen. Es el ejemplo de mi libro favorito de ciencia-ficción, Un Abismo sobre el Cielo, de Vernor Vinge. El autor habla cada dos por tres de los «estatocolectores», fundamentales para viajar por el espacio, pero en ningún momento explica con exactitud qué son ni para qué sirven. En su momento, me llamó mucho la atención, y luego entendí que daba igual que el autor no explicara con claridad qué son los «estatocolectores», ya que no afectan para nada a la trama, así que cada uno se imagina lo que quiere.

Si quieres otro ejemplo, en la grandísima novela Hiperion ocurre algo parecido con una nave espacial que es un árbol gigante y en el que viajan los protagonistas. En ningún momento se explica cómo puede un árbol surcar el espacio, qué fundamentos físicos utiliza o quién lo inventó. No hablo de no explicar nada, sino de saber alcanzar un equilibrio entre descripciones, explicaciones y narración.

Habrá casos en que la historia te pedirá que extiendas ciertas descripciones, sobre todo las que son importantes para entender mejor la trama. Es el caso de mi novela, Entre la Neblina del Tiempo. Trata de un tipo que vive en una ciudad, en el espacio, y construye una máquina con la que puede vivir de forma virtual el futuro. Obviamente, esta máquina es parte fundamental de la historia y, por lo tanto, me extendí más en explicar su funcionamiento.

ERROR 3. DESCRIPCIONES SECUNDARIAS SIN IMPORTANCIA

Es parecido a lo descrito en el apartado anterior, solo que en este caso el escritor describe elementos que no afectan para nada a la trama. Esto me pasó a mí en mi primera novela, La Caída de Luminion, donde explico un sistema ingenioso que inventé para que los vehículos voladores no se estrellaran, pero que en la segunda revisión eliminé ese texto porque eran tres párrafos que no aportaban nada, ya que no participaba en la novela, solo era relleno.

ERROR 4. ¡DEUS EX MACHINA A TOPE!

Como sabrás, este es un recurso muy usado por los autores inexpertos y es algo que además suele cabrear mucho a los lectores exigentes. Es cuando, de repente, y para solucionar una situación complicada, nos sacamos de la manga un artilugio del que no se había hablado hasta entonces y que soluciona el problema.

En este tipo de novelas es fácil que pase, ya que la ciencia y la tecnología suelen jugar un papel importante, por lo que tendrás que ser cuidadoso e ir introduciendo estos elementos en la historia antes de que los personajes tengan que utilizarlos. Así evitarás que el lector tenga la sensación de que ese artilugio te lo has sacado de la chistera.

ERROR 5. LA HISTORIA NO ES LO PRIMERO

Que los árboles no te impidan ver el bosque. Estás escribiendo una historia y, por lo tanto, el peso de la trama la llevarán los personajes. Puedes haber inventado un mundo tecnológicamente increíble y muy currado, pero si la historia es floja, ese mundo no tendrá importancia.

Invierte tiempo y esfuerzo en desarrollar bien a los personajes y sus relaciones, tanto o más de lo que has invertido preparando el contexto de la novela. Al final, eso es lo emocionante y lo primero, una historia que haga vibrar, que no solo esté llena de artilugios futuristas.

Por eso, vuelvo a lo que comentaba al principio y que mi amigo solía decir cuando otros le miraban raro: la ciencia-ficción no deja de ser una historia repleta de aventuras y sucesos, igual que en cualquier novela, solo que el contexto cambia; así que hazla memorable.

¿Qué te ha parecido el artículo? ¿Te gusta escribir o leer ciencia-ficción? Cuéntamelo en los comentarios.

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Correctora, maquetadora, mentora y formadora de escritores. Autora de manuales de escritura y novela juvenil. Ayudo a escritores a mejorar y pulir sus textos, y a dejarlos listos para publicar. Les enseño cómo revisar sus libros y todos los secretos de la autopublicación.
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