Hoy te traigo un artículo de motivación para adolescentes. ¿Por qué para adolescentes? Porque no es lo mismo empezar a escribir a la edad de 11 años, que tienes menos paciencia y lo quieres todo rápido, a empezar cuando tienes 20. Y lo cierto es que me hubiera ido genial saber cómo afrontar la escritura durante la adolescencia, ya que me sentía muy perdida.
Cuando era adolescente, escribir solo era un hobby. Porque también me gustaba dibujar, escuchar a Rick Ashley, Madonna o Michael Jackson (su videoclip de ‘Thriller’ me daba miedo, como la mayoría de jóvenes que lo vieron a mi edad). También me gustaba hacer manualidades (Recuerdo un día que junto a mi madre logramos montar una casa hecha solo con cartulina. El proyecto, no solo iba destinado a mostrarlo en clase, sino que después se entregaba cada una de las manualidades a los niños de párvulos para que jugaran). También me gustaba coser a punto de cruz, era otro de los talleres del colegio, y me gustó tanto que, cuando acabó, lo continué en casa. Pero también veía muchos dibujos animados de manga. Antiguamente, los televisaban mucho más que ahora.
¿Y qué quiero contarte con todo esto? Pues que, como tú, también yo tenía miles de cosas que me gustaba hacer, además de escribir.
Cuando empecé a escribir, Internet no existía y tampoco había talleres de escritura ni nadie que te enseñara el proceso para escribir una novela, un cuento o relatos. Y cuando llegó el momento de decidir el camino a seguir, además de tener, obligatoriamente, un trabajo para muggles, como diría J.K. Rowling, decidí que quería continuar escribiendo. Porque aun sin saber qué era un argumento, un conflicto o cómo construir personajes memorables, decidí que quería seguir creando historias, imaginarlas, visualizarlas como si fueran una película; porque eso me hace feliz.
Por eso, en este artículo quiero darte algunos consejos sobre cómo afrontar la escritura siendo adolescente, porque cuando tienes 20 años has comprendido más conceptos de la vida que cuando tienes algunos menos, y por eso voy a animarte a no desanimarte.
En mi caso, y gracias a que entrené mi constancia, logré terminar seis novelas, aun cuando no sabía nada sobre técnicas de escritura.
DISFRUTA
Lo primero que hay que hacer por encima de todo es disfrutar; porque si no disfrutas, no escribirás. A nadie le gusta hacer cosas por obligación y, si te sientes obligado, no dejarás volar tu imaginación.
La creación literaria tiene sus etapas, como la tiene entender el mundo que te rodea o comprender por qué, a veces, tus padres discuten. Cada edad tiene una fase de aprendizaje. Es cierto que hoy en día hay Internet, cursos de escritura, blogs y youtubers que te enseñan cosas sobre la escritura. Pero ahora que te estás iniciando en esta aventura de escribir, te recomiendo que te dejes llevar por la libertad de imaginar y escribir lo que quieras, sin limitaciones, sin preguntarte si lo que escribes está bien o mal, porque estás en la etapa de la creación libre. Deja volar tu imaginación, sin restricciones.
NO TE CENSURES
Has empezado a escribir y te sientes genial con la historia, te gusta el rumbo que está tomando. Pero dejas la escritura aparcada unos días y, cuando vuelves a retomarla, relees lo escrito para refrescar la memoria y saber por dónde ibas. Nuevas ideas se cruzan en tus pensamientos y borras y reescribes párrafos enteros.
O lo que te ocurre es que no sabes cómo continuar la historia, algo que te lleva a pensar que estás perdiendo el tiempo y que mejor te dedicas a otra cosa; incluso puedes acabar enfadándote y borrando por completo todo lo escrito.
A mí me pasó esto último cuando no era más que una escritora principiante. Un día me enfadé y rompí aquellos escritos que ya empezaban a profundizar en los sentimientos de los personajes. En mi caso, me gusta mucho escribir a mano, y continúo haciéndolo a día de hoy, y cada vez que recuerdo el día en que rompí y tiré esas hojas de papel pensando que no volvería a escribir, me arrepiento.
Pero suelo ser una persona positiva, así que la lección que saqué de esa situación fue que, cuando no tengas un buen día, ya sea porque no estás inspirado, no sabes cómo continuar o te parece que lo que has escrito no vale para nada, deja la escritura para otro momento en que estés más animado. Esto te evitará disgustos como el que yo viví.
TE DA VERGÜENZA ENSEÑAR LO QUE ESCRIBES
Si temes que tus amigos se rían de ti si les dices que escribes, no se lo digas, mantenlo en secreto. No tienes ninguna obligación de enseñarle a nadie lo que escribes, ya lo harás cuando estés preparado, cuando tú creas que es el momento.
Al principio, yo no le enseñaba mis escritos a nadie, aunque tenía una amiga que también escribía y entre nosotras compartíamos esas historias de amor que nos inventábamos. Era genial. Pero llegó un día en que ella dejó de escribir. En cambio, yo no pude dejarlo, me gustaba mucho. Así que continué escribiendo hasta que conocí a otra amiga, que a día de hoy sigue siéndolo, y fue ella la primera a la que le dije que escribía, aunque todavía con mucha vergüenza. Sin embargo, ese fue el primer paso para quitarme ese miedo a lo que dirán los demás.
NO SABES CÓMO EXPLICAR SEGÚN QUÉ COSAS
Para aprender a explicar lo que quieres decir, debes ser un buen lector. No leas solo para disfrutar, lee también para aprender cómo otros autores explican determinadas situaciones o cómo describen a los personajes. Pero lo que realmente te pasa no es que no sepas explicar bien, lo que ocurre es que te falta vocabulario para hacerlo, y por eso es tan bueno leer, para que aprendas palabras nuevas sin darte cuenta.
He de admitir que, siendo adolescente, me costaba horrores terminar un libro. Pero un día me propuse lograrlo. Empecé a comprar libros juveniles de la editorial Salamandra y recuerdo que el primero que terminé de leer fue Coraline. Me puse tan contenta por haber superado mi propio reto que proseguí leyendo otros títulos de la misma editorial. Hasta que Harry Potter se cruzó en mi camino. Esos libros fueron un antes y un después en mi vida, y supe que quería escribir libros de ese género, juvenil con toques de realidad y mezcla de fantasía.
¿POR QUÉ ESCRIBES?
Los motivos pueden ser muy diversos. Puede ser por necesidad de desconectar del mundo que te rodea, porque necesitas contar algo como desahogo a una mala experiencia, porque te gusta soñar con los ojos abiertos y meterte en tu mundo imaginario, porque te gusta crear historias…
Los motivos pueden ser infinitos pero solo hay una cosa que debes tener en cuenta: disfruta de la escritura, porque eso te hará sentir muy bien. A veces, escribir te puede llevar a entender aspectos de la vida que antes no comprendías.
¿TIENES QUE ESCRIBIR TODOS LOS DÍAS?
Estás en la etapa de aprendizaje creativa donde todo vale, y no es necesario que te marques ninguna rutina de escritura. Escribe cuando te apetezca, cuando estés inspirado o cuando lo necesites. Escribe, simplemente.
TIENES UN MONTÓN DE IDEAS Y NO SABES QUÉ HACER CON ELLAS
Si tienes ideas de títulos porque te suenan bonitos, si hay algún nombre en particular que te gusta y te llama la atención, anótalo en el móvil o en una libreta.
En mi tiempo, aun no existían los teléfonos móviles, así que me acostumbré a anotar las ideas en folios sueltos, hasta que me di cuenta de que era mejor tener todas las ideas juntas en un mismo sitio. Y por eso empecé a utilizar libretas, ya que se pueden transportar en el bolso o en una mochila para cuando te surge una idea.
Por experiencia, sé que cuando no anotas esa idea la olvidas. Así que sé precavido y apunta todo lo que se te ocurra.
NO SABES EN QUÉ FORMATO ESCRIBIR: NOVELAS, CUENTOS, RELATOS…
Tampoco yo lo sabía al principio. Mis primeros escritos eran como obras de teatro, con varios personajes que hablaban, pero sin hacer descripciones de dónde ocurría la acción, porque me daba pereza.
Pero eso solo fue al principio, porque, cuando decidí que quería escribir novelas, me puse manos a la obra y me esforcé por escribir y aprender a describir situaciones, escenarios, personajes… Y, como he dicho antes, se aprende muchísimo leyendo libros. Lógicamente, si tú decides escribir cuentos o relatos, lo mejor será que leas libros de cuentos y relatos para que sepas cómo funciona la estructura.
INFORMACIÓN EN INTERNET
Como bien he dicho al inicio del artículo, cuando yo empecé a escribir no existía Internet y no había información ni consejos para aprender a escribir bien. Pero eso ha cambiado con el tiempo y ahora sí hay millones de blogs de escritura, youtubers y talleres que puedes hacer. ¿Por dónde empezar?
Primero de todo, tómatelo con tranquilidad, no quieras acelerar un proceso que ya de por sí es lento y largo. Intenta practicar con cualquier cosa que aprendas. Por ejemplo, si has aprendido cómo funciona un conflicto, practica hasta que te salga de forma natural.
Habrá temas que es posible que no comprendas del todo, pero no te ofusques, nos pasa a todos. Sin embargo, te aseguro que llegará ese momento ‘eureka’ en el que de golpe entenderás aquello que se te escapaba. ¿Por qué sucede esto? Porque, aunque no lo parezca, escribir sin parar nos hace evolucionar como escritores. De pronto, un día te despiertas y sientes que has mejorado tu escritura sin saber el motivo. Y la razón es que, si no te rindes, si continúas aprendiendo, día sí y día también, lograrás ser cada vez mejor en tus escritos. La constancia es muy importante.
RECOMENDACIONES
Si al final decides que, como yo, no puedes dejar de escribir, aquí tienes unas recomendaciones para continuar aprendiendo sin agobios.
A día de hoy, Internet está lleno de artículos para escritores y esa avalancha de información puede provocarte que te agobies y que no sepas por dónde empezar. Para organizarte y saber por donde ir, te recomiendo que, si has escrito una historia y no tienes claro el resultado, contrates un informe de lectura. ¿Qué te aportará? Ese informe, hecho por un profesional, te aportará las pautas que necesitas para aprender a mejorar. Es decir, tendrás un informe de tus puntos más flojos en la escritura. Por ejemplo, si en el informe dice que tus personajes son planos y que debes trabajar más su personalidad, podrás dedicarte a buscar toda la información que te dan los artículos de Internet sobre personajes y empezar a mejorar. El informe de lectura será para ti como una guía y evitará que te agobies con tanta información que hay suelta en blogs y webs. Y así, trabajarás cada punto flojo individualmente y por separado, que es como más se aprende.
Una vez superada esta fase, en la que tú ya ves que tu texto ha mejorado, ya puedes optar por probar a apuntarte a un taller de escritura, ya sea online o de forma presencial. Con ello terminarás de pulir tu técnica de escritura y sentirás la satisfacción de haber aprovechado tu tiempo al máximo.
¿Estás en este proceso de creación libre? ¿O ya has empezado tu etapa de aprendizaje? Cuéntamelo en los comentarios.
Latest posts by Yolanda Brunés (see all)
- Cómo escribir una novela sin planificar - 08/07/2019
- Cómo afrontar la escritura durante la adolescencia - 10/06/2019
- Elementos que toda buena historia debe contener II - 01/04/2019
Apreciada Yolanda, libertad en escritura no es lo mismo que libertinaje y se pueden inventar palabros pero para los ya inventados hay que respetar su ortografía. Hiere dolorosamente leer «convino» en lugar de «combino» en tu Bio… excepto que quieras transmitir que estas escribiendo «con (mucho) vino».