Empezar a escribir puede convertirse en un reto para quien quiere plasmar en el papel las historias que le rondan por la mente. A algunos les sale de manera natural, pero otros necesitan una guía. En esta serie de artículos, irás aprendiendo, de la mano de varios escritores, cómo adentrarte en cada género narrativo para empezar a crear esa historia que siempre soñaste escribir.

El artículo de hoy se centra en la fantasía. Luisa García Martínez es escritora de fantasía juvenil y de novela romántica. Es autora de la bilogía Arkanshía (Pórtico de Cruce y Guardianes de Arkanshía) y en su blog Fantasíalg da pautas para escribir y leer; ayuda a escritores con sus artículos, sobre todo relacionados con el mismo género. ¿Quieres descubrir todo lo que está dispuesta a enseñarte?


Leer fantasía me inspira a escribir. ¿Has pensado eso alguna vez? ¿Siempre? Entonces tienes instinto de escritor, pero eso no significa que ya estés preparado para hacerlo. ¿Cuántas veces has visto a alguien hacer algo y, cuando tú lo intentas, no te sale?

La práctica hace al maestro. Piensa que cada vez que decides hacer algo sueles planificar con anterioridad y no dejas nada al azar. Pues con la escritura es igual. Así que vamos a empezar.

PASOS PREVIOS

  1. Objetivo: escribir una historia de fantasía.
  2. Elección personal: la palabra fantasía es muy amplia. Es importante que decidas el subgénero al que esté vinculada tu historia. Analiza los que te propongo a continuación y elige el que más te convenga, luego te explicaré por qué.

  Los géneros de fantasía más conocidos son:

  • fantasía épica: ambientación medieval con componente mágico.
  • fantasía del futuro: se entrelazan los aspectos fantásticos con los tecnológicos.
  • fantasía interrelacionada: cuando el mundo imaginario y el real se relacionan en el mismo espacio temporal.
  • fantasía infantil/ juvenil: los personajes son niños o jóvenes.
  • fantasía oscura: mezcla de terror y fantasía.
  • realismo mágico: dónde hay un interés continuo por hacer que lo fantástico sea tan real como la vida misma.
  • steampunk: mezcla la era victoriana con aspectos tecnológicos.
  • fantasía urbana: todo desarrollado en la actualidad.
  • fantasía adulta (young adult) más arriesgada que la juvenil.

  Dependiendo del subgénero que escojas te llevará a desarrollar historia de distinta manera al igual que tus personajes deberán llevar a cabo sus acciones de forma muy particular.

PLANIFICACIÓN

1. PLANIFICACIÓN INICIAL

  •  Idea principal
  •  Lluvia de ideas secundarias
  •  Anotaciones
  •  Madura las ideas.

Es importante que busques el medio que más se adecue a tus necesidades para escribir todo cuanto se te vaya ocurriendo. Anota cualquier idea, por muy descabellada o inútil que en un principio te parezca. No tienes que desarrollar la idea completa, con que hagas un mínimo resumen es suficiente, ya llegará el momento de ampliar.

¿Qué anoto?

Apunta escenas, seres mágicos y mitológicos, personajes, nombres que te llamen la atención, las bestias, alimentos, vestimenta… En fin, todo lo que puedas añadir te vendrá bien más adelante.

2. PLANIFICACIÓN DE LOS PERSONAJES

Dependiendo del subgénero de fantasía que hayas elegido, así deberías planificar las características de tus personajes:

  • Decide si tu protagonista es femenino o masculino, si tiene un rival y cómo es, si tiene un problema físico, social, adaptativo…
  • Será necesario identificar las razas, características físicas y psíquicas, miedos, valores, aptitudes, hobbies, habilidades… Todos tenemos defectos y eso puede darle un toque original a tu personaje.
  • Es importante que haya un crecimiento en nuestros personajes (al menos los principales), desde que aparecen en la historia hasta que esta termina. Recuerda que el bueno no siempre es bueno y el malo no siempre es el villano. Para ello crea preguntas del tipo: ¿qué aprendizaje realizará al final de la historia? ¿Ha mejorado su timidez (por ejemplo)? ¿Han crecido sus valores? ¿Ha conseguido superar su miedo a…?
  • Anota los momentos de la historia en los que tu personaje se encuentra ante un problema o conflicto, y consigue un tanto en su propio crecimiento. De esa manera irás controlándolo todo sin que se pierda ningún detalle.
  • Define cuál será su objetivo principal y tal vez alguno secundario, qué quiere conseguir, ponle trabas para conseguirlo y en cada una anota un nuevo conocimiento, valor o capacidad adquirido.
  • Acércalo a la realidad para que así el lector se sienta más identificado con él/ella.
  • Invéntale un pasado. Aunque esa información no aparezca en la novela, todo el mundo tenemos uno, es más, es el culpable de que yo sea como soy: mis experiencias, mis errores y aciertos, la gente que me rodea… todo forma parte de mí.
  • Otórgale una forma de hablar particular, tal vez esté acostumbrado a nombrar constantemente a los dioses, a maldecir, a repetir palabras, a entrecortar sus expresiones ante desconocidos…
  • Dibuja su cara, si puedes, con su expresión típica y si no, busca la foto de alguien que te recuerde a tu personaje y colócalo frente a ti para que lo puedas ver mientras escribes. Que sus ojos te hablen, que te ayuden a evitar el estancamiento, que te guíen…

Y ya que estamos en este punto te voy a desvelar algo personal:

Para crear a mis personajes Eidyn y Dana invité a dos personas a tomar café. Sí, eso hice. ¿Te preguntas cómo? Desde el mismo momento en que imaginé a mis personajes me vinieron a la cabeza dos jóvenes que conocía perfectamente. Por separado (para que uno no coaccionara al otro o estuvieran cohibidos) los senté en un ambiente relajado, con tiempo y algo de musiquita. Les iba contando escena por escena y les dejaba que hablaran. Me contaban cómo se sentían y qué harían si fuera real, qué les gustaría que ocurriera, que tenía, qué sabían que iba a suceder… Mientras ellos hablaban, yo los grababa. En el tono de sus voces y en sus formas totalmente diferentes de hablar obtenía infinidad de datos: miedo, vergüenza, soltura, dudas, facilidad a la hora de actuar, decisión en sus acciones, arrepentimiento al haber pensado en algo que luego deciden cambiar…

Todo esto te va dando tablas para crear a tu personaje. No deciden por ti, tú no has escrito nada todavía, solo te aclara la idea, muchas ideas.

Si quieres saber más sobre cómo realizar una entrevista a tus personajes lee este artículo o «tómate un café» en la sección de recursos, donde hay una lista de preguntas.

3. PLANIFICACIÓN DE TU MUNDO. WORLDBUILDING

Desde mi punto de vista, lo más importante en una novela de fantasía es el Wordbuilding. Discrepo en que tengas que elaborarlo de forma tan meticulosa que tardes meses (hay escritores que incluso años) en tenerlo todo a tu gusto. Otro asunto es que quieras hacerlo por diversión o por algún motivo en especial.

Para empezar, elabora una sencilla lista con lo más importante de cada apartado y ve ampliándola conforme van surgiendo detalles o aparecen ideas nuevas.

Aquí te dejo una lista de los principales aspectos que deberías esbozar antes de comenzar a escribir, que es lo más importante (no tienen por qué aparecer todos).

  • Seres mágicos y mitológicos
  • Lugar: planeta nuevo, reino, otra dimensión…
  • Armas necesarias
  • Lugares claves para la historia
  • Construcciones habitables
  • Mapas del terreno
  • Lenguaje
  • Alimentación
  • Objetos mágicos
  • Personajes principales y secundarios más importantes (ya irán apareciendo más, quizás, a medida que vaya surgiendo la historia)
  • La magia
  • Situación política, económica y social
  • Educación
  • Costumbres y rituales
  • Celebraciones
  • Vestimenta
  • Árbol genealógico de tus protagonistas…

Puedes utilizar tarjetas de cartulina. Escribe el título en la parte superior, sujétala con una argolla y podrás llevarla a todos lados. Revísala continuamente y ve anotando cada cosa que se te vaya ocurriendo. Después te servirá como base de documentación que consultar siempre. En esas cartulinas también puedes añadir dibujos, bocetos, símbolos…

4. PLANIFICACIÓN VISUAL

Este apartado no le sirve a todo el mundo, pero te puedo asegurar que para mí fue imprescindible. No creo que hubiera podido escribir la bilogía Arkanshía si no hubiera llevado a cabo este paso. Se trata de dar presencia real a tu mundo. Al ser imaginario, solo está en tu cabeza y, conforme van pasando los días, a veces pierdes detalles. Sin embargo, si cuentas con una presencia visual, todo cambia. Yo lo llamo «mi material de documentación».

Para mi primera novela, Pórtico de cruce, elaboré un libro del hechicero (con folios envejecidos que olían a café), donde incluí dibujos, hechizos, mapas, lugares físicos del planeta Arkanshía, símbolos, personajes… Me supo a poco y para la segunda parte, Guardianes de Arkanshía, hice otro más grande, con más imágenes, más datos e incluso información extra que no aparecía en el libro. Después decidí ofrecerlo como regalo descargable a mis lectores.

Además de convertirse en un material visible de documentación, te resultará útil después. Puedes preparar el espacio en el que llevar a cabo la presentación de tu libro y decorar la mesa con todo un arsenal de objetos de fantasía, entre ellos el del worldbuilding. Posteriormente, a los lectores les encantará y la sesión de fotos saldrá divina.

Si estás pensando que no se te da bien dibujar o que no tienes tiempo para eso, siempre puedes recurrir a una de las mejores redes sociales para esto: Pinterest. Busca imágenes relacionadas con cada aspecto de tu worldbuilding y guárdalas juntas, creando tableros organizados que después se convertirán en tu lugar favorito de documentación.

Por otro lado, dibujar el mapa de tu territorio es más que necesario, ya que en él aparece información de calidad:

  • Distribución de la población
  • Localización exacta de ríos mares y lagos
  • Montañas, bosques, acantilados…
  • Establece distancias
  • Existencia de pueblos y ciudades
  • Cuevas, cataratas, desierto…
  • Muestra la zonificación de los animales, plantas comunes y mágicas, puente o puertas estratégicas
  • Y muchas otras cosas más

Seguramente tu personaje principal realice alguna ruta en busca de algo o alguien. Sería conveniente que la dibujaras en el mapa. Esto te ayudará a hacerte una idea clara de distancias, posibles lugares en los que los personajes deben  parar a descansar para reponer fuerzas, cuál es el mejor modo de recorrer la ruta (quizá no pueda hacerlo a pie y deba  buscar otro método. ¿La magia, tal vez? Parece que en fantasía casi todo se soluciona con magia, ¿verdad? Pues no siempre es así y eso me lleva al siguiente punto.   

5. PLANIFICACIÓN DE LAS REGLAS

¿Hay magia en tu mundo? Desarróllala tanto como puedas y para ello te aconsejo que te hagas las siguientes preguntas:

  • ¿De dónde viene?
  • ¿Quién la controla?
  • ¿Se puede aprender o se nace con ese poder?
  • ¿Pasa de padres a hijos o cómo?
  • ¿Es inagotable?
  • ¿Su uso tiene consecuencias? ¿Cuáles son?
  • ¿Qué características especiales tienen los aprendices (si los hay)?
  • ¿Cuáles son las reglas principales para el buen uso de la magia?
  • ¿Se necesita la ayuda de algún objeto para hacer magia?
  • ¿Cómo se consigue ese objeto?
  • ¿Quién tiene derecho a tenerlo?
  • ¿Cómo funciona?
  • ¿Es deseado por la gente del pueblo?
  • ¿Puede ser robada la magia?
  • Si alguien la roba ¿puede usar libremente la magia?
  • ¿Se pueden romper las reglas de la magia? ¿Qué ocurre en ese caso?

  Crea tu propio sistema de magia y desgránalo tanto como puedas, pues de eso dependerá que tu historia sea creíble o el lector decida pensar que le estás tomando el pelo.

6. PLANIFICACIÓN DE LA TRAMA

Este es uno de los pasos más importantes a la hora de escribir fantasía. Quizá tu mundo esté muy claro en tu mente, pero te aseguro que si no te organizas bien, acabarás perdiendo por el camino algún personaje, colocando al enemigo al lado contrario del río o cenando cuando otros se acaban de despertar.

  • De una buena planificación de la trama dependerá que no te quedes en blanco, no pierdas tiempo regresando a capítulos anteriores y no tengas que pararte a buscar mejores escenas. Para ello utiliza el diagrama del argumento. Se trata de una plantilla que te ayudará a tener claro el principio, el final y todos los acontecimientos importantes que van a ocurrir. Es muy posible (a mí me ha ocurrido) que cambies escenas o situaciones a medida que escribas la historia, pero si tienes claro lo más esencial, te servirá de guía. Este paso también se conoce como «escaleta».
  • Te aconsejo que organices tus escenas y capítulos de acuerdo a tus necesidades. Para ello puedes utilizar un A3 y anotar un breve resumen (por colores) de lo que va sucediendo. Esto te dará una visión general de cuántas veces se usa la magia, en qué reino o territorio ocurre una acción determinada, qué personajes intervienen más y quién menos, en qué lugares se desarrolló la última acción de un personaje, qué le ocurrió a quién y cuándo…
  • Revisa bien el principio. Las primeras veinte páginas son muy importantes y decisivas para enganchar al lector y que continúe leyendo. Comienza con algo atrayente, dramático o impactante que ocurra en tu mundo o a un personaje en concreto. Eso te ayudará a presentar no solo el problema, sino al protagonista y su mundo.
  • Antes de decidir el final piensa si es la mejor alternativa o si existe otra. Hay muchos finales diferentes y no tiene porqué ser el típico final feliz del chico que salva el planeta y rescata a la chica. Tampoco te aceleres, no es conveniente que escribas el final en cinco páginas cuando has creado una novela de cuatrocientas.

7. PLANIFICA LA LÍNEA TEMPORAL

Una vez que tengas el sistema de tiempo de tu planeta o territorio establecido y fijado en tu mente para no cometer errores, dibuja una línea del tiempo en un trozo de papel continuo (a ser posible. Si no lo consigues pega varias tiras juntas). Empieza anotando tres puntos: pasado, presente y futuro.

Rellena todos los acontecimientos importantes que ocurrieron en tu planeta o territorio antes de que los protagonistas aparecieran, los reyes que fueron apareciendo con el tiempo (o cualquier tipo de jerarquía que hayas implantado), catástrofes (si las hubiera), nacimientos y muertes importantes… Hasta llegar al presente. A partir de ahí, añade cada acontecimiento que vayas escribiendo para no perderte.

Si tu historia se desarrolla en dos tiempos a la vez, tendrás que dibujar dos líneas del tiempo. Igual si ocurren cosas simultáneas en dos reinos o zonas diferentes.

CONSEJOS PARA ESCRIBIR FANTASÍA

  • Lee toda la fantasía que caiga en tus manos y no te preocupes de si es buena o mala. Todo te enseña algo en esta vida.
  • Subraya, señala con post-its, coloca papelitos o marcapáginas… haz lo que sea, pero destaca aquello que te guste: descripciones de seres mágicos, olores que aparecen en un reino, sonidos, lugares, diálogos… No es que los vayas a copiar, es solo para aprender. Después pondrás tu propia voz en tus escritos.
  • Añade diferentes textos. La fantasía no brilla solo en descripciones y diálogos. Introduce en tu novela leyendas, cartas, hechizos, listas de materiales mágicos, recetas de cocina de tu mundo, oraciones a los dioses, frases de rituales, notas de un diario, bendiciones frente a la mesa, letra de canciones, poemas… Hay un sinfín de textos diferentes que no solo alegrarán la vista del lector, romperá la rutina, lo acercará más a tu mundo y te lo agradecerá seguro.
  • Como último consejo, te invito a que leas mucho no solo a otros escritores sino blogs o cursos de escritura que desgranan cada uno de estos apartados de forma minuciosa y que ponen ejemplos muy claros de lo que hay y no hay que hacer en cada caso.

¿Te animas a escribir fantasía? ¿Qué es lo que más te ha gustado? Cuéntamelo en los comentarios

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Correctora, maquetadora, mentora y formadora de escritores. Autora de manuales de escritura y novela juvenil. Ayudo a escritores a mejorar y pulir sus textos, y a dejarlos listos para publicar. Les enseño cómo revisar sus libros y todos los secretos de la autopublicación.
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