Usar las mayúsculas nos puede parecer muy sencillo y es algo que todos conocemos desde que somos pequeños, hasta que nos topamos con casos menos comunes y que nos hacen dudar: si tengo que decir que mi personaje es de un signo zodiacal, ¿ese signo va en minúscula o en mayúscula? ¿Qué pasa si menciono el nombre de una ciudad con artículo incluido? ¿Y el rango militar de mi personaje? ¿Y si mi protagonista se pone a gritar?

En este artículo he hecho una recopilación de las situaciones más liosas y que pueden aparecer en cualquier escrito, para que sepas cuándo y cómo hay que usar las mayúsculas.

REGLAS BÁSICAS

Las mayúsculas siempre llevan tilde. Da igual lo que diga la gente, da igual si te han comentado que si escribes todo en mayúsculas no tienes que poner tildes o si ves por ahí carteles con errores. Si has usado un texto, título, epígrafe o cualquier palabra completamente en mayúscula, tiene que llevar la tilde, según corresponda con las normas de acentuación.

Que en tu novela pone al principio de cada capítulo: CAPÍTULO + Nº. Me temo que sí, que esa i lleva tilde.

Solo tenemos como excepción a esta regla las siglas (RAE = Real Academia Española). Aunque van escritas en su totalidad en mayúsculas, no llevan nunca tilde. Por ejemplo, se escribe CIA y no *CÍA, aunque te suene mejor decirlo como en la segunda.

PALABRAS CONCRETAS

1. MAYÚSCULAS EN TODA LA FRASE O PALABRA

En muchas ocasiones justificadas, las mayúsculas se utilizan para destacar frases o palabras en un texto. Van totalmente en mayúsculas y no llevan punto al final de ellas cuando están en solitario (como por ejemplo, el título de una novela).

Aunque hay algunos otros usos, he recogido los más relevantes y que pueden aparecer en un libro, que es lo que nos interesa a ti y a mí:

cubiertas, portadas, títulos de capítulos, escenas, etc. LIBRO PRIMERO
carteles informativos. PROHIBIDO FUMAR

2. INICIAL MAYÚSCULA

En este punto vamos a ver algunos casos que pueden generar dudas sobre si hay que incluir la mayúscula al principio de la palabra o no. Quiero aclararte que todos ellos son usos independientes de la puntuación, es decir, como palabra única.

Nombres propios de persona, animal o cosa singularizada. Este último caso se refiere al nombre, por ejemplo, de una espada. Tizona era la espada del Cid. También se incluyen los nombres de divinidades: Afrodita, Alá, Jehová, etc.

Apellidos, sobrenombres, apodos y seudónimos: Martínez, Alfonso X el Sabio.

Nombres abstractos personificados: el Mal, la Muerte.

Nombres propios geográficos van en mayúscula, aunque los nombres comunes que van junto a ellos, no: el río Amazonas, la ciudad de Madrid, la cordillera de los Andes.
El artículo que los acompaña también va en minúscula, a excepción de los casos en que esté incluido en el mismo nombre: La Habana, Las Palmas, El Cairo. En estos casos, no se permite escribir contracciones como «Mi hermano acaba de regresar del Cairo», sino «Mi hermano acaba de regresar de El Cairo».

– La misma regla anterior se aplica a nombre de calles, carreteras, plazas, avenidas, paseos…

– Los nombres propios de estrellas, galaxias, constelaciones, planetas… van en mayúscula: Vía Láctea, Orión, Casiopea… En los casos de las palabras Sol y Luna, solo se emplean como tal en textos científicos astronómicos. En el resto de casos, se usan en minúscula: El sol entraba por la ventana. Las nubes ocultaron la luna.

– Los nombres de los signos zodiacales se escriben en mayúscula: Tauro, Leo, Libra. Sin embargo, cuando se refieren a personas que han nacido bajo ese signo, dejan de ser nombres propios y se escriben en minúscula: Mi amiga es aries. Los leo suelen ser muy amables.

– La misma regla se aplica a los puntos cardinales. Se usan en mayúscula solo cuando van incluidos en un nombre propio o cuando se refiere a ellos en concreto: Polo Norte. La brújula siempre señala el Norte. América del Sur.
Cuando se usan en sentido generalizado, van en minúscula: Vivo en el sur de España. El noroeste de la ciudad tiene casas muy lujosas.

– La primera palabra de los títulos de una obra de creación: libros, películas, cuadros, esculturas, canciones, etc. Ayer estuve escuchando Las cuatro estaciones y luego me leí La historia interminable. Además, estos títulos van en cursiva.

– Nombres de marcas comerciales: Me encanta tomar Coca-Cola.

– Nombres de edades y épocas históricas: la Primera Guerra Mundial, la Edad Media, el Jurásico.

– Nombres de conceptos religiosos van en mayúscula solo cuando se usan en ese sentido estricto: Infierno, Purgatorio, Paraíso. En el resto de casos, no: Ayer mi día fue un infierno. La playa era un paraíso.

3. NUNCA LLEVAN MAYÚSCULA INICIAL

Los días de la semana, meses y estaciones del año: abril, lunes, otoño.

Las notas musicales: do, re, mi…

Nombres propios de personas o de cosas que se usan de manera genérica: celestina, donjuan, quijote, cabrales, rioja…

Nombres de religiones: budismo, taoísmo…

Tribus, pueblos, idiomas: inglés, español, azteca, maya…

Tratamientos: usted, don, doña, sor, señor… Las abreviaturas sí se escriben en mayúscula: Sr., D., Ud.

Cargos y títulos: conde, rey, príncipe, general, presidente… En algunos textos oficiales, por razones de solemnidad, los títulos se usan en mayúscula, aunque no es lo habitual.

EN LA NARRACIÓN

1. TRAS PUNTO Y COMA

Seguro que más de una vez te has preguntado si tras punto y coma hay que escribir mayúscula o minúscula. Siempre debe usarse la minúscula, a no ser que la primera palabra que se escriba sea un nombre propio.

Menos mal que lo apunto todo en mi agenda; estaría perdida sin ella.
Menos mal que lo apunto todo en mi agenda; Estaría perdida sin ella.
Menos mal que lo apunto todo en mi agenda; Juan dice que estaría perdida sin ella.
¡Menos mal que lo apunto todo en mi agenda!; ¡estaría perdida sin ella!

2. MAYÚSCULA O MINÚSCULA TRAS PUNTOS SUSPENSIVOS

A veces surge la duda sobre si tras estos puntos hay que escribir mayúscula o minúscula. Para saber qué opción elegir, solo debes tener claro algo muy sencillo: si has cerrado la oración o no. 

Compramos comida, bebidas, guirnaldas, platos, vasos… Lo vamos a pasar en grande.

En este caso, quien habla ha hecho una pausa y ha comenzado con una frase distinta. En esta otra oración:

No lo tengo claro, pero… no voy a ir.

La pausa se ha considerado casi una coma, por eso la siguiente palabra va en minúscula. Se ha hecho una pequeña pausa que indica una duda, pero sigue el discurso del personaje.

3. DESPUÉS DE DOS PUNTOS

Siempre se escribe en minúscula después de los dos puntos, a excepción de:

– Después del saludo o encabezamiento de una carta:

Muy señor mío:
Me pongo en contacto…

– Si después de los dos puntos se incluye una cita o palabras textuales.

María me dijo: «No quiero volver a verte»

4. DESTACAR ALGO

Nuestra vista no está acostumbrada a leer un texto largo en mayúscula, pero sí en minúscula. Una palabra en mayúscula dentro de un texto va a resaltar mucho. La mayoría de las personas suelen considerar, por influjo de Internet, que el uso de las mayúsculas es ofensivo y simula que alguien está gritando.

Si quieres destacar una palabra porque es importante en tu escrito, puedes escribirla en mayúscula, por supuesto. La RAE no lo penaliza, porque considera que se pueden escribir incluso textos enteros de esa manera, pero recomienda no hacerlo, ya que el uso habitual es la minúscula.

Mi recomendación es que evites usarlas en una novela para mencionar palabras concretas (a excepción de las usuales como título, nombres de capítulos, etc.), ya que no queda muy estético. Tal vez es mejor usar otra opción como la primera letra en mayúscula u otra que se adapte a lo que quieres transmitir:

El deseo fundamental del grupo era mantener la ARMONÍA en la ciudad.
El deseo fundamental del grupo era mantener la Armonía en la ciudad.

Como ves, la palabra destaca, pero hay falta de unidad con el resto. El uso de la mayúscula solo en la primera letra, en cambio, indica que esa palabra es relevante y el lector se da cuenta de forma mucho más natural.

5. GRITAR

Es cierto que el uso continuo de la mayúscula en un texto indica que se está gritando. Así es como lo entendemos de manera universal. De hecho, nos resulta bastante incómodo de leer, incluso violento. Hay escritores que intentan aplicar esta idea a sus propios escritos, de manera que, cuando a un personaje le corresponde gritar, su intervención se escribe en mayúsculas, para dar más énfasis. Eso solo produce un corte en la armonía del texto y puede resultar incómodo para el lector.

Hay muchas formas de representar un grito. Se pueden usar los signos de exclamación o mencionar que alguien grita o vocifera, por ejemplo, en las acotaciones del narrador.

—¡Ya estoy harta de ti! —gritó María.
—¡Ya estoy harta de ti! —María alzó la voz y dio un golpe en la mesa.

Se entiende en estos casos que María grita o eleva la voz, ¿verdad? Sobre todo si el resto del diálogo no incluye apenas exclamaciones. Creo que sería innecesario algo como esto:

—¡YA ESTOY HARTA DE TI! —María golpeó la mesa con el puño.

6. EN UN DIÁLOGO

Cuando usamos una acotación del narrador en un diálogo y el verbo no es de habla (decir, responder, contestar, argumentar, etc.), sino de acción, la primera palabra se inicia en mayúscula:

—Ya estoy harta de estar aquí. —Se levantó de la silla.

Puedes ampliar los detalles del uso del guion en el diálogo en este artículo.

Espero que ahora esté un poco más claro cuándo y cómo usar la mayúscula en tus escritos. Hay casos bastante conocidos, pero otros quizás no te sonaban tanto o te hacían dudar. ¿Cuáles son los que más te han llamado la atención? Cuéntamelo en los comentarios.

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Correctora, maquetadora, mentora y formadora de escritores. Autora de manuales de escritura y novela juvenil. Ayudo a escritores a mejorar y pulir sus textos, y a dejarlos listos para publicar. Les enseño cómo revisar sus libros y todos los secretos de la autopublicación.
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